Cómo perder fans en Facebook (II Parte)

Hace algunos días publicamos «Cómo perder fans en Facebook (Parte I)«, en el cuál hablábamos de las diferentes maneras que existen para hacer que nuestra, tan valiosa, comunidad en la famosa Red Social disminuya. Y es que cada una de nuestras acciones esconden un objetivo, sin embargo, ese objetivo no siempre es alcanzado.

En ocasiones, nuestras publicaciones, nuestra personalidad social-digital, nuestros comentarios y demás; nos afectan. A continuación veremos los 5 puntos restantes –De un total de 10– de los errores más comunes y más cometidos por parte de las marcas.

6. «Yo el Supremo»

No, no hablo de magistral obra de Augusto Roa Bastos. Este punto se refiere a hablar únicamente de nosotros, de nuestro producto, de nuestro servicio. De tener la «boca» de nuestra propia existencia y nada más. En términos de personalidad sería como el amigo que se las sabe todas, que nunca escucha y solo espera su turno para hablar. Tener un poco de variedad no le hace daño a nadie. Compartir contenido de relevancia sobre nuestro sector. Como nos recuerda el sociólogo Zygmunt Bauman «La principal función de las Redes Sociales es fungir como compañía, enemiga de la soledad«. Entonces, intentemos ser la compañía que nuestra comunidad necesita.

7. Falta de Interés

Este punto tiene mucho que ver con el punto anterior. Dentro de la variedad de minutos que le he dedicado a Facebook, me he topado con páginas que no hacen más que publicar, publicar y continuar publicando, sin hacer caso a comentarios en sus publicaciones, publicaciones en su muro y demás medios de interacción. Están haciendo un descarado desperdicio de la Internet 2.0. Demostrarle a nuestro público que nos importa su interacción, que ese call-to-action que le colocamos a la publicación tiene un objetivo específico, que aprovechamos la oportunidad de Servicio al Cliente y somos buenos en ello; es fundamental.

8. Boca a Boca

Decía George Silverman, padre del Marketing Boca a Boca, que solemos confiar más en la opinión y comentarios de terceras personas, que en lo que nos dice una marca; por la sencilla razón de que las terceras personas no tienen interés por vendernos, no existen intereses comerciales, y son realmente honestos al respecto. Este principio se refleja en muchos aspectos. Solemos hacernos fans de las marcas que nuestros amigos recomiendan, seguir personas que ellos retuitean, ver vídeos que ellos vieron y demás. Esa viralización por terceros puede hacer que un aspecto negativo se difunta tremendamente rápido. Por eso, cuidar de cada uno de nuestros movimientos para que sean interpretados correctamente y evitar las crisis, para que de esta manera no pueda existir la posibilidad de que se disperse algo que no nos conviene, es muy importante. Esa expansión de aspectos negativos, puede hacer que perdamos fans.

9. Presión

¿Alguna vez se han topado con un vendedor que los persigue por cada espacio de la tienda, sin descanso, intentando venderles y preguntándoles una infinidad de cosas? Ese tipo de hostigamiento es ahuyentador. Cuando esa actitud de venta tradicional se replica en la Red, estamos cayendo en otro de los errores más penosos. Acá podemos meditar la frase «La mejor estrategia de ventas, es la que no parece estrategia de ventas». Es decir, hablar de nosotros sin que se note. Darle espacio a los Fans.

10. Prometer y no cumplir

¿A quién no le molesta que los políticos no prometan acciones y al final no hagan nada? Es molesto para todo aquel que se permite confiar en alguien o en algo. El mundo digital no es diferente. Si no estás seguro de poder efectuar lo que dices, es mejor mantener la boca cerrada. Los posts en blanco. Los vídeos en 0:00… No realices promesas vacías. Una vez se pierde la confianza, es extremadamente difícil recuperarla.

Estas no son reglas talladas en piedra, son generalidades que en la mayoría de los casos afectan nuestros resultados de Social Media. Existen casos en los que la reacción de las comunidades no es tan susceptible y no vemos mayor impacto. Sin embargo, siempre es recomendable, al menos, tener en cuenta lo que podría afectarnos para evitarlo en la medida de lo posible.