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Illimani Patiño

14 de agosto de 2019

Youtube habría contribuído indirectamente con la radicalización de la ultra derecha en Brasil

Foto: Bloomberg

A medida que las plataformas virtuales se convierten en la principal herramienta para el ocio y la información, los programadores y los algoritmos se convierten en la principal herramienta de poder, tanto social como económico.

Esta es la principal enseñanza del último reportaje de The New York Times titulado «Como youtube radicalizó al Brasil», en el cual se expone el papel preponderante de la plataforma de vídeos más importante del mundo en el fortalecimiento de los grupos de ultraderecha en la cuarta democracia más grande del mundo, derivando finalmente en la elección de Jair Bolsonaro como presidente en 2018.

Específicamente, el medio norteamericano argumenta que los nuevos algoritmos de búsqueda de youtube tienen el objetivo de apelar a las emociones del usuario, buscando que permanezca conectado a la pantalla el mayor tiempo posible.

El problema radica en que esto implica que se priorizan videos con mensajes polémicos relacionados principalmente con ansiedad, miedo y duda, los cuales tienen un mayor peso en la toma de decisiones políticas de los individuos. Esto especialmente complejo considerando que la plataforma busca reproducir infinitamente contenido novedoso que pueda atraer aún más la atención del público.

Esto significó un verdadero impulso a canales de youtube polémicos como el de Jair Bolsonaro, quien hace dos años era un personaje menor de la política brasileña pero que poco a poco se fue fortaleciendo gracias la alta popularidad de sus polémicos videos donde hablaba de teorías de conspiración e ideas consideradas como ‘fascistas’.

Otros canales donde se habla de supuestos planes del lobby gay para tomarse el poder o del comunismo para establecerse en el país mediante los profesores se han vuelto la columna vertebral de la movilización de ultraderecha del país.

El presidente Jair Bolsonaro goza de una alta popularidad a pesar de declaraciones como «Sería incapaz de amar un hijo homosexual. No voy a ser hipócrita aquí. Prefiero que un hijo mío muera en un accidente a que aparezca con un bigotudo por ahí»

El problema de fondo es que el algoritmo de búsqueda de la plataforma privilegia el contenido polémico y ‘provocativo’ para mantener a su audiencia, sin importar si este contenido contiene información fundamentada en hechos.

Esto no es sólo cierto en Brasil, sino en el resto de países donde se han vivido fuertes movimientos antiliberales y donde las fake news han cumplido un rol progragónico. En Estados Unidos el miedo hacia los inmigrantes indocumentados favoreció el discurso de Donald Trump y en el Brexit se difundieron deliberadamente un sin número de noticias falsas con el objetivo de movilizar a los votantes conservadores.

Más problemático aún es que este algoritmo ya funciona en más de dos tercios del total de visitas que tiene la plataforma, representando una gran parte del aumento en las visitas mensuales que traen más de mil millones dólares mensuales a la compañía.

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