Apple se disculpa y anuncia una serie de cambios para mejorar la seguridad de sus servicios

Luego de que se revelara que varias empresas tecnológicas -entre ellas Apple- compartían con terceros algunas de las grabaciones realizadas con sus asistentes de voz, la compañía de la manzana decidió detener el proceso con Siri, cuyo objetivo era perfeccionar la calidad del sistema. Pero hace unas horas, en un intento por mantenerse fiel a la seguridad de sus usuarios, Apple anunció nuevos cambios en cuanto a la privacidad.

Lo que más destaca de esos cambios es que, ahora para compartir audios anónimos con Apple y ayudar a mejorar Siri, los usuarios deberán dar su consentimiento a la compañía. Anteriormente, el sistema funcionaba por defecto, no se necesitaba una autorización previa del usuario para la recopilación de audios grabados con el asistente por voz, por lo que esta nueva medida significa una buena jugada en pro a la privacidad.

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El segundo cambio es que los audios anónimos serán escuchados únicamente por empleados internos de Apple y no por compañías externas con contratos específicos. De esta manera, la tecnológica busca preservar la privacidad de sus usuarios, algo que se convirtió en una pieza fundamental durante la era digital.

Finalmente, el tercer cambio es que los audios no quedarán almacenados en una base de datos. El proceso de revisión se hará mediante la transcripción a texto que genere la inteligencia artificial.

Además de anunciar dichos cambios, Apple aprovechó para disculparse con sus consumidores al no estar a la altura de sus ideales y su compromiso con la seguridad y privacidad:

«Como resultado de nuestro análisis, hemos llegado a la conclusión de que no hemos estado totalmente a la altura de nuestros elevados ideales y pedimos disculpas por ello. Como anunciamos anteriormente, hemos interrumpido el programa de evaluación de Siri. Pensamos retomarlo en otoño cuando las actualizaciones de software estén disponibles para los usuarios».

Recordemos que Apple se vio implicada en una investigación realizada por el diario británico The Guardian, donde se reveló que varias compañías compartían fragmentos de los audios recolectados a través de los asistentes de voz con otras empresas externas, el objetivo era perfeccionar la tecnología y mejorar la experiencia de uso.

Pero el problema no radica en el proceso de recolección, pues el objetivo era utilizarlos únicamente para perfeccionar el asistente, sino que las personas que escuchaban dichos audios eran externas a las compañías, teniendo la posibilidad de oír conversaciones privadas y tener acceso a la información que en ellas se desvelaba.