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Illimani Patiño

12 de septiembre de 2019

«El conocimiento debe ser público y no debe ser instrumentalizado por el mercado» Max Trejos en la Cumbre de Economía Colaborativa

Durante los días 9 y 10 de septiembre se realizó en Medellín la Cumbre Mundial de la Economía Naranja, donde se discutieron los principales retos y perspectivas para el sector de las industrias creativas y culturales en el mundo.

En el encuentro hubo diferentes mesas de discusión, donde invitados de primer nivel brindaron sus perspectivas en temas como la propiedad intelectual, las industrias del cine y la música, el papel de las políticas públicas para potenciar el emprendimiento, entre otras.

Pero el punto más importante de las discusiones fue el papel educación como motor de la innovación y de desarrollo de la visión disruptiva de los jóvenes, en la cual los panelistas coincidieron en resaltar la importante han tenido las industrias culturales en la transformación de Medellín, ciudad que pasó de ser la violenta hace 20 años a la más innovadora en el presente.

Específicamente, el arte y la música han servido como armas de lucha contra los ciclos de violencia que por muchos años han aprovechado las condiciones de pobreza y exclusión para robarse el futuro de los jóvenes. Hoy, muchas de esas iniciativas han logrado también potencializar el desarrollo económico de los territorios, como es el caso del conocido ‘Graffitour’ en la Comuna 13.

En este sentido, el presidente de la Organización Internacional de Juventud, Max Trejos, resaltó la importancia de apoyar el talento local mediante esfuerzos gubernamentales, pero también de garantizar que el conocimiento sea un bien público que permita la ‘democratización’ de las oportunidades.

Esto es fundamental para que la cultura sean bienes inmateriales que conserven su esencia social, sin que esto signifique que no pueda ser aprovechado como motor para las oportunidades de desarrollo económico.

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