Londres comenzará a utilizar sistemas de reconocimiento facial para combatir la delincuencia
A VeriScan facial recognition tablet takes a photo of a passenger boarding an international flight during a press event announcing ithe next phase of CBP’s use of biometrics at Dulles International Airport in Dulles, Va., Sept. 6, 2018. U.S. Customs and Border Protection Photo by Glenn Fawcett
Esta semana la policía de Londres anunció que comenzaría a utilizar un nuevo sistema de reconocimiento facial para mejorar la identificación de posibles delincuentes. Y, aunque señalan que el objetivo es mejorar la atención en casos de hurto, una parte de la sociedad civil ve en esta decisión una vulneración a la privacidad de los ciudadanos londinenses.
Con este anuncio, Londres se convierte en la primera ciudad de Europa en implantar cámaras de videovigilancia con reconocimiento facial. Esta nueva tecnología de origen japonés tiene la capacidad de detectar las medidas del rostro de cada individuo, lo que permitirá a la policía registrar en tiempo real la identidad de cada sospechoso. El objetivo es que las cámaras estén ubicadas en lugares estratégicos donde la policía considera más probable localizar un delincuente.
Según información oficial de la policía, en los últimos años se ha detectado un aumento de la delincuencia que requiere perfeccionar las labores de vigilancia e identificación. Además, aseguran que esta nueva tecnología no solo ayudará a dinamizar el trabajo, sino también a abordar otros casos más graves como la explotación infantil. De igual manera, permitirá prestar atención al incremento de otro tipo de delitos.
Rechazo a la medida
Existe una parte de la ciudadanía que alega sobre una posible violación a las libertades civiles, pues con la nueva medida la policía busca expandir el estado de vigilancia. La misma preocupación fue manifestada al departamento de privacidad del gobierno a través de un informe, donde no comparten el uso del reconocimiento facial en las calles. No obstante, en 2019, un juzgado británico falló a favor del reconocimiento facial, afirmando que no existía violación de la privacidad ni de los derechos humanos.
En 2017, China contaba con 170 millones de cámaras de seguridad instaladas en todo el país, una cifra que en 2020 llegaría hasta los 400 millones. Pero lo que caracteriza al sistema de reconocimiento facial asiático no solo es la cantidad, sino el alcance. Y es que las cámaras son capaces de localizar a una persona concreta en tan solo siete minutos, evidenciando la rapidez con la que puede determinar la edad, la raza o el género de cada ciudadano.
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