EE.UU. demandó a Adobe por poner «barreras» para cancelar sus suscripciones
Luego de haber dominado durante más de dos décadas la industria de las herramientas de edición de fotografía, diseño, vídeo y más, a partir del 2010 Adobe comenzó a sentir el peso generado por la llegada de competidores fuertes.
Para ofrecer un valor agregado, la compañía creó un innovador sistema de software como servicio que consiste en vender suscripciones mensuales para usar sus herramientas, incluyendo la ventaja de contar con las funciones más recientes.
Sin embargo, Adobe habría incurrido en una mala práctica para beneficiarse de este modelo: un sistema que hace difícil el proceso de cancelación a sus suscripciones. Esto según una demanda del gobierno de Estados Unidos, que a través del Departamento de Justicia y la Comisión Federal de Comercio (FTC por sus siglas en inglés) ha acusado a Adobe y a los ejecutivos David Wadhwani y Maninder Sawhney de imponer obstáculos «innecesarios» cuando los suscriptores intentan cancelar.
La demanda hace referencia a dos formas en las que la compañía usó determinadas estrategias que violan la ley de protección al consumidor. En primer lugar, Adobe empujaba a los suscriptores a un plan anual pagado mensualmente sin que estos notaran fácilmente que en caso de no usar el servicio durante todo el año tendrían que pagar una tarifa de cancelación anticipada, siendo esta una herramienta de retención poco ética.
Por otra parte, la compañía implementó un engorroso proceso de cancelación que obligaba a los usuarios a navegar por diversas páginas y múltiples opciones antes de poder llegar a la opción definitiva para solicitar la cancelación de la suscripción.
Desde Adobe, la consejera general Dana Rao respondió al conocerse la demanda y declaró: «Somos transparentes con los términos y condiciones de nuestros acuerdos de suscripción y tenemos un proceso de cancelación simple. Refutaremos las afirmaciones de la FTC en los tribunales».
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