Israel Hernández

Israel Hernández

24 de noviembre de 2025

Retos clave en la prevención del fraude en el sector financiero digital 

Imagen: Kaspersky Lab.

La digitalización acelera la innovación financiera en México, pero también eleva los retos de seguridad y la prevención del fraude en el sector financiero digital.

La innovación financiera avanza rápido en México, pero también abre un frente crítico: la prevención del fraude en el sector financiero digital. El crecimiento del ecosistema fintech, los pagos instantáneos y la adopción masiva de plataformas digitales colocan a la seguridad en el centro de la conversación, señala Alejandro Masseroni, director comercial regional para Temenos.

Una muestra de ello es que México perdió cerca de 14.500 millones de pesos por fraudes financieros, según datos de la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef). 

“Las entidades financieras mexicanas buscan herramientas más ágiles para competir, pero también necesitan reforzar sus defensas ante intentos de fraude cada vez más sofisticados. El usuario exige rapidez y experiencia intuitiva, pero no está dispuesto a sacrificar protección”, explica Masseroni en entrevista con Social Geek.

Temenos observa un cambio profundo en la región, ya que la digitalización impulsó el apetito por soluciones flexibles y escalables, y al mismo tiempo elevó la urgencia por blindar cada tramo de la operación.

La empresa señala que la prevención del fraude en el sector financiero digital se convirtió en una prioridad estratégica. Las instituciones ahora requieren auditoría continua, trazabilidad completa y monitoreo detallado del comportamiento de los usuarios para anticipar riesgos.

Fintechs, en la mira de los fraudes

El desafío no solo depende de la infraestructura tecnológica. La seguridad también exige capacitación interna constante. Un sistema robusto pierde efectividad cuando un colaborador comparte datos sensibles o cae en un intento de phishing.

El crecimiento de las fintech y neobancos también amplifica el escenario de riesgo. Muchos jugadores comenzaron con un monoproducto y hoy manejan ecosistemas más complejos que incluyen cuentas digitales, créditos y servicios de inversión. Esa evolución obliga a reforzar mecanismos de detección temprana y respuesta inmediata, indica el director de la compañía de software.

La Condusef registró más de ocho millones de reclamaciones por fraude financiero al cierre de 2024, y el 71% ocurrió en canales digitales. Tanto las fintech como la banca tradicional enfrentaron la mayor parte de estos ataques, una señal clara del nivel de sofisticación que alcanzaron los ciberdelincuentes y de la presión que recae hoy sobre la ciberseguridad del sector.

La integración con servicios en la nube, APIs abiertas y plataformas de terceros impulsa la innovación, pero también demanda arquitecturas que identifiquen anomalías en tiempo real. La seguridad dejó de ser un área aislada para convertirse en un componente transversal del diseño de producto.

El panorama regulatorio mexicano también influye en esta transformación. Las autoridades fortalecen criterios y supervisión para que la innovación no comprometa los recursos de los usuarios. La colaboración entre reguladores, bancos y empresas tecnológicas ahora define el ritmo del cambio.

“Los casos de bancos digitales que crecieron aceleradamente en la región muestran que la escalabilidad solo funciona cuando existe un sistema de protección sólido. La confianza del usuario depende de que las plataformas reaccionen al instante ante cualquier intento de fraude”, menciona Masseroni.

Alejandro Masseroni, director regional de ventas de Temenos

Inteligencia artificial, clave para enfrentar fraudes 

La inteligencia artificial gana terreno como aliada. Permite revisar patrones de conducta, detectar variaciones sospechosas y anticipar ataques antes de que ocurran. Este enfoque predictivo marca un nuevo estándar en la prevención del fraude en el sector financiero digital.

México se encuentra en una etapa decisiva: 

  • La digitalización del dinero avanza.
  • Las entidades se transforman.
  • Los usuarios adoptan servicios digitales a gran velocidad. 

Esa combinación impulsa oportunidades, pero también exige reforzar la seguridad como eje central del sistema.

El fortalecimiento de la seguridad digital se convierte en un compromiso compartido entre usuarios, instituciones y reguladores. “La prevención ahora define la evolución del sector y determina qué jugadores lograrán sostener la confianza del público en un entorno financiero cada vez más dinámico”, sostiene Masseroni.

Relacionados