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Julián Tabares

16 agosto, 2019

PIONEROS Episodio 2: El emprendedor que creó una cerveza artesanal con enfoque étnico

Hugo Mosquera en un antropólogo nacido en Santa Rita, Chocó, y criado en la ciudad de Medellín. Es miembro del grupo de investigación de comidas y culturas de la Universidad de Antioquia, además de ser parte del Colectivo Afrodiaspóricos que se dedica a temas de investigación sobre las comunidades afros.

Luego de estar mucho tiempo involucrado en los temas de la gastronomía, la antropología y el trabajo comunitario en las comunidades afrocolombianas, Hugo decide crear en compañía de un amigo una marca de cervezas étnicas artesanales llamada Gondwana.

El enfoque diferencial de esta cerveza, es el tema étnico, ya que se realiza con frutas tropicales con contenido exótico y afrodisíaco, permite generar identidad a través de un producto que es de consumo masivo como es la cerveza. El nombre de Gondwana es debido a la relación que existe entre las frutas y las comunidades afrodescendientes a través de la historia.

Estas cervezas artesanales son fabricadas con productos como el chontaduro, el borojó, jugo de caña de azúcar, hierbas aromáticas y flor de jamaica, que son algunos aportes africanos a la alimentación del continente americano.

Con un promedio 4.5 grados de alcohol, Gondwana es una cerveza creada para aquellas personas que se identifican con sus raíces y que además encuentran en los productos de origen étnico un potencial para disfrutar de nuevas experiencias basadas en su propia cultura. Creando una conexión con aquellas personas y lugares que los representan. Por ahora solo tiene presencia en algunas licoreras, bares y restaurantes de la ciudad de Medellín.

La mayor dificultad que ha tenido Hugo ha sido emprender con muy pocos recursos económicos, ya que para ofrecer este tipo de productos se requiere tener el registro INVIMA el cual resulta costoso obtener y sin este certificado es difícil llegar a otro mercados.

Sin embargo, día a día trabajan en la mejora de los equipos para poder lograr tener los permisos adecuados para seguir operando, y espera en cuatro o cinco años seguir contribuyendo a las comunidades con productos que aportan a su cultura preservando las costumbres ancestrales.

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