Desafíos de salud mental en la era digital
Si la pandemia ya había empujado un aumento en los casos relacionados con la salud mental, los miles de despidos en empresas ‘tech’ detonaron el estrés de los trabajadores que hacen parte de la industria.
El estrés laboral y otros problemas relacionados con la salud mental en el trabajo van en aumento. La problemática, que afecta a millones de personas en el mundo, hoy se encuentra en la lista CIE-11 2022 (Clasificación Internacional de Enfermedades) de la Organización Mundial de la Salud, y las empresas y organizaciones cuentan con directrices de la OMS y la Organización Internacional del Trabajo para abordar el tema.
Bien sea por situaciones o experiencias de la vida personal o a nivel laboral, el estrés puede tener consecuencias negativas para la salud, el rendimiento y la satisfacción de los trabajadores, así como para la productividad y el clima organizacional de las empresas. Lo preocupante de esto es que en la era digital, donde la información que nos bombardea diariamente puede traer consigo problemas de ansiedad, inseguridades, falta de atención e incluso adicción, el 15% de los adultos en edad de trabajar experimentaron un trastorno mental.
Si algo bueno deja ese aumento de casos, es que la salud mental es un tema del que ahora se habla más abiertamente, incluso en el entorno laboral. Ante las recomendaciones de la OMS y la OIT, cada vez más empresas se suman al cuidado de la salud mental y promueven prácticas de bienestar entre sus colaboradores, quienes, además de mejorar su experiencia en el trabajo, pueden transmitirlo a sus familias.
Usando la tecnología a nuestro favor
El buen uso de la tecnología es nuestra responsabilidad. En la era digital es posible aprovechar algunos de los beneficios de la tecnología para ayudar a combatir el estrés laboral como sistemas de gestión de proyectos, que permiten planificar, asignar, monitorear y evaluar las actividades y los recursos de un proyecto, así como compartir información y documentos con los miembros del equipo.
También es recomendado comenzar a explorar aplicaciones de bienestar que promuevan hábitos saludables como la actividad física, la alimentación equilibrada, la meditación y el descanso, entre otras enfocadas en ayudar a mejorar el estado físico y emocional de las personas.
Finalmente, aprovechar de manera adecuada las plataformas sociales para promover la comunicación y la conexión social también se traduce en efectos positivos para la salud mental.
El rol de las empresas en la salud mental
Si bien no se puede definir una solución global o una fórmula para todas las personas – pues es algo que requiere de un proceso personalizado, Melville Mental Solutions, una compañía que trabaja con grandes marcas del mundo y startups para mejorar su aptitud mental y su cultura empresarial, indica que las empresas cuentan con algunos elementos clave a la hora de promover el bienestar y traer de vuelta la motivación, tanto en su vida personal como profesional. Entre las recomendaciones se encuentran:
– Educación sobre salud mental: Es el proceso de enseñar y aprender sobre los aspectos psicológicos, emocionales y sociales que influyen en nuestro bienestar. La educación sobre salud mental nos ayuda a reconocer y abordar los signos de enfermedad mental en nosotros mismos y en los demás, así como a prevenir factores de riesgo y promover factores protectores.
– Autocuidado y resiliencia mental: Son las estrategias que utilizamos para cuidar de nuestra salud mental y física, especialmente ante situaciones de estrés, dificultad o adversidad. El autocuidado implica atender nuestras necesidades básicas, como el descanso, la alimentación, el ejercicio o el ocio. Por su parte, la resiliencia mental nos da la capacidad de adaptarnos a los cambios y superar los desafíos, aprendiendo de ellos y fortaleciendo nuestros recursos personales.
– Ayudar a los demás: Es la actitud de ofrecer apoyo emocional, social o práctico a las personas que lo necesitan, especialmente si están atravesando una situación de crisis o sufrimiento. Ayudar a los demás implica escuchar activamente sus problemas, mostrar empatía y comprensión, evaluar su nivel de riesgo y orientarlos hacia los recursos adecuados.
Prestar atención a la salud mental es una forma de prevenir y tratar los problemas que puedan surgir a lo largo de la vida. Por ello, es importante que la salud mental sea una prioridad en las empresas, en políticas públicas y en la educación de las personas.
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