Demandas y leyes antimonopolio: el ecosistema de Apple estaría obligado a cambiar
Durante años, Apple ha defendido su ecosistema completamente cerrado y controlado por la compañía argumentando una privacidad superior para los usuarios y otras características que, según la empresa, hacen de sus dispositivos una experiencia única.
Al igual que ocurre en todo debate, hay quienes están a favor y otros en contra de las políticas de Apple. Mientras los millones de usuarios del iPhone en general afirman que la experiencia es realmente buena, lo cierto del caso es que hay quienes pagan las consecuencias, principalmente los desarrolladores y creadores. Incluso los propios usuarios de la compañía ven esto reflejado en los altos cobros de aplicaciones.
Las crecientes demandas a Apple por monopolio en la industria móvil
El Departamento de Justicia de Estados Unidos demandó el 21 de marzo a Apple por violar las leyes antimonopolio.
El iPhone es la principal fuente de ingresos de Apple, consiguiendo más de 1.000 millones de unidades vendidas hasta la fecha, algo que la firma ha aprovechado para mantener el control. En la demanda, el gobierno de EE.UU. dijo que Apple ha ido demasiado lejos al utilizar su ecosistema bloqueado para construir un monopolio sobre el iPhone, mientras los consumidores y los desarrolladores pagan el precio.
Las altas comisiones para los desarrolladores, las debativas búrbujas verdes con las que etiqueta los mensajes provenientes de Android, la forma en la que Apple limita a los relojes inteligentes diferentes al Apple Watch, entre otras, son las principales quejas de la demanda.
La fiscal general adjunta del Departamento de Justicia, Lisa Monaco, aseguró que “Apple ha mantenido un estrangulamiento de la competencia y ha asfixiado a toda una industria”.
Por su parte, el portavoz de Apple, Fred Sainz, dijo en un comunicado que esta demanda «amenaza quiénes somos y los principios que distinguen a los productos de Apple en mercados ferozmente competitivos
El país norteamericano no es el primero en investigar a Apple. Hace apenas unas semanas la Comisión Europea multó a Apple con 1.840 millones de euros debido a las quejas (de hace años) por parte de Spotify, compañía que alega restricciones en la App Store para beneficiar a su propio servicio Apple Music, competidor directo de Spotify.
En este caso, la investigación por parte de la UE determinó que Apple prohíbe a los desarrolladores de aplicaciones de streaming de música informar a los usuarios de iOS sobre suscripciones alternativas y más baratas disponibles fuera de la App Store, razón suficiente para imponer la multa.
Por supuesto, hay muchas otras demandas en el camino, pero la gran novedad es que la manera de operar de Apple cambiará para siempre. Aunque la demanda de Estados Unidos contra Apple seguramente tardará mucho tiempo en resolverse, las medidas podrián ser similares a las que ya se adoptaron en la Unión Europea, que marcan un antes y un después en iOS.
¿Cómo cambia la experiencia de los usuarios de iPhone?
Con la idea de poner un freno a este tipo de situaciones, la UE ha establecido nuevas reglas con la implementación de la Ley de Mercados Digitales (DMA), tocando directamente a Apple y otras grandes tecnológicas para favorecer la libre competencia.
En el caso del iPhone, los usuarios de la Unión Europea ya pueden ver más anuncios sobre navegadores alternativos a Safari, además, por primera vez es posible cambiar el navegador por defecto, algo que increíblemente tenía bloqueado Apple bajo su política de “proteger la privacidad”.
La compañía también ha sido obligada a permitir instalar aplicaciones en el iPhone desde fuera de la App Store, algo que comenzará a implantarse pronto, aunque de momento Apple puso sus reglas para aceptar tiendas de aplicaciones de terceros.
Las altas comisiones de la App Store, generalmente en torno al 30% ha afectado durante años a los desarrolladores. Como parte de la lucha antimonopolio, Apple deberá permitir pagos alternativos en las aplicaciones, por lo que algunos desarrolladores podrán ganar usuarios al ofrecer costos más asequibles.
También se le exige a Apple un mayor acceso al hardware de sus dispositivos móviles para que otros desarrolladores puedan brindar servicios. Un caso claro es el NFC de los iPhone, ampliamente usado para pagos rápidos con Apple Pay que también podría ser aprovechado por otros desarrolladores terceros.
Si bien estas medidas solo serán obligatorias en territorio de la Unión Europea, este podría ser el inicio de cambios a nivel global, tal y como ocurrió con la integración del puerto USB-C en toda la línea de iPhone 15. Aunque el cambio fue producto de una ley en Europa, Apple terminó cambiando el puerto lightning en todo el mundo.
Estados Unidos y otros gobiernos podrán imponer sus propias reglas, pero todo apunta hacia una misma dirección: un ecosistema más abierto que permita la libre competencia.
Relacionados