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Jeniffer Espinosa

7 agosto, 2019

La muerte de una estrella: el mundo se despidió Toni Morrison, primera afroamericana Nobel de Literatura

A sus 88 años falleció la fascinante e inquietante escritora.

Entre letras, palabras y sueños Toni Morrison escribió su propia historia, sus obras la llevaron a la cúspide de la literatura estadounidense que maduró con los años y que vio sus inicios en los 60s en la ciudad de Syracuse, Estados Unidos. Allí recién divorciada y madre de dos pequeños mezclaba el trabajo de la crianza solitaria y el de escritora empedernida en las noches y editora de libros de la mano de Random House. Fue así como durante 5 años edificó con el poco tiempo disponible su primera novela “Ojos Azules” en un momento histórico en el que se da inicio a la verdadera obra negra estadounidense, en cabeza de autores como Angela Davis y Henry Dumas, entre muchos otros.

Sobre su primera obra, ella misma dijo en una entrevista para la revista “Paris Review” en 1.993, que la concibió en principio como una pieza que hacía parte de su intimidad y que se encontraba reservada para ella misma, por ello, estuvo siempre al margen de sus compañeros y de la editorial misma. «Quería que fuera algo mío. Porque una vez que lo dices, otra gente empieza a participar de ello».

Paradójicamente, la decisión de hacer pública esta obra labró su destino como una pieza fundamental para la literatura estadounidense y al mismo tiempo abrió la posibilidad de darle una voz a la experiencia y vida afroamericana, en la cual la sombra de la esclavitud aún no se superaba en el interior de su cultura. Por ello, su obra publicada en 1.970 se convirtió en el retrato de la tragedia de las poblaciones negras que no encajaban por completo en el estándar de lo que es concebido como lo normal y cotidiano.

En esta obra se narra la tragedia de una niña negra cuyo sueño era tener los ojos azules, en un lugar en el que su imagen y cuerpo eran marginados. De manera trágica su padre termina violándola para «demostrarle» que al final si podía ser deseada, queda embarazada, y esto la conduce a la locura creyendo que al final su sueño de tener los ojos azules es una realidad. Sobre esta trágica obra, en 2.014 en una entrevista para la revista del Fondo Nacional para las Artes, dijo que escribió «Ojos azules» porque quería leerla. Creía que ese tipo de libro, ese tipo de personaje -las niñas negras más vulnerables, menos atendidas, menos tomadas en serio- nunca habían existido realmente en la literatura. «Como no pude encontrar un libro que lo hiciera, pensé bueno, lo escribiré yo y después lo leeré».

Esta obra fue solo el principio, con los años llegaron ‘Sula’ en 1.973, ‘La canción de Salomón’ en 1.977 y ‘Beloved’ en 1.987 la llevaron a ser considerada incluso por su deslúmbrate prosa como una contraparte del realismo mágico hispanoamericano, pero no, ella al igual que sus obras estaba para abrirse un nuevo camino, los cuales la llevaron a ganar el National Book Critics Award en 1.977, un Pulitzer en 1.988, la National Humanities Medal en el año 2000 y el premio que consagra a los mejores el premio Nobel de Literatura en 1993, el cual le dio reconocimiento a su trabajo como escritora y defensora de los derechos civiles de las poblaciones negras no solo en Estados Unidos, sino en el mundo.

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