Nueva ley de la UE es un impulso para reducir los desechos electrónicos en todo el mundo
En el mundo actual abundan los dispositivos electrónicos. El consumo de este tipo de productos es de tal magnitud, que representa una amenaza para el medio ambiente teniendo en cuenta que estamos lejos de alcanzar una buena gestión de los residuos de aparatos eléctricos y electrónicos.
Aunque las fabricantes han comenzado a utilizar nuevas manera de reducir la huella ecológica mediante iniciativas como el uso de materiales reciclados, empaques reutilizables, entre otras, la cantidad de dispositivos que se venden a precios asequibles y la misma obsolescencia programada que obliga a los consumidores comprar cada vez más rápido un nuevo dispositivo, hace que sea cada vez más difícil alcanzar la sostenibilidad en la industria.
Este panorama es realmente preocupante, pues además de afectar el medio ambiente, la OMS asegura que el rápido incremento de los desechos electrónicos afecta a la salud de millones de niños, así como la de los adultos que trabajan en la industria.
A la fecha, se reciclan menos del 40% de los residuos electrónicos, mientras que la compra de dispositivos electrónicos continúa aumentando significativamente. Solo en 2019, la cantidad de residuos electrónicos alcanzó las 53,6 millones de toneladas una cifra récord, pero continuará empeorando. Las predicciones indican que para el año 2030 la cifra aumentará hasta las 74,7 millones de toneladas, mientras que se esperan 100 millones de toneladas de residuos eléctricos y electrónicos para 2050.
La Unión Europea y un mensaje para el mundo entero
Esta medida que tiene como objetivo reducir la huella ambiental y simplificar las cosas para los usuarios no es precisamente nueva. La necesidad de establecer un estándar para la carga de diversos dispositivos comenzó a hablarse desde hace más de dos años, pero martes por fin se llegó a un acuerdo sobre su alcance y detalles luego de negociaciones entre diferentes organismos de la UE.
¿Cuáles son las ventajas de esto? Sin duda, el medio ambiente y los consumidores son los principales beneficiados. Al establecer un cargador común los usuarios podrán utilizar el mismo cargador para todos sus dispositivos, tampoco tendrán que comprar nuevos cargadores cada vez que adquiera un nuevo aparato electrónico, entre muchas otras ventajas. Todo esto se concluye en la reducción de molestias y gastos para los consumidores y reducción de los desechos electrónicos en el mundo.
Sobre este tema, busqué en la Unión Europea respuesta a la pregunta de cómo este anuncio podrá generar un impacto positivo para el medio ambiente y si esto representará algún impacto para otras regiones del mundo como América Latina.
El eurodiputado Alex Agius Saliba, me expresó que gracias a esta nueva legislación que establece un cargador universal común para todos los dispositivos electrónicos de tamaño pequeño y mediano en Europa, “los consumidores ahora podrán usar un solo cargador para todos sus dispositivos electrónicos portables, lo que es un paso importante para aumentar la comodidad, reducir el desperdicio y el uso de materias primas no solo en Europa sino en todo el mundo”.
Además, Saliba dijo que el logro va mucho más allá: “agregamos computadoras portátiles, lectores electrónicos, auriculares, teclados, ratones de computadoras y dispositivos de navegación portátiles, lo que amplía la lista además de los smartphones, tabletas, cámaras digitales, auriculares y cascos, consolas de videojuegos portátiles y parlantes portátiles propuestos inicialmente”.
“Estas nuevas obligaciones conducirán a una mayor reutilización de los cargadores y ayudarán a los consumidores a ahorrar hasta 250 millones de euros al año en compras innecesarias de cargadores y ayudarán a reducir alrededor de 11 000 toneladas de desechos electrónicos al año”, concluyó el eurodiputado.
La nueva legislación de la UE podría beneficiar al resto del mundo
Aunque en muchos casos las legislaciones sancionadas en la Unión Europea no traspasan fronteras, este nuevo anuncio sin duda ha generado una gran expectativa sobre cómo las marcas fabricantes de dispositivos electrónicos abordarán la situación.
Claramente, marcas que actualmente no incluyen el puerto USB-C como estándar en sus dispositivos, estarán obligadas para hacerlo, al menos si quieren vender esos productos en la Unión Europea. Tal es el caso de Apple, que tendrá que abandonar de una vez por todas su polémico, y al mismo tiempo amado, puerto lightning, por lo menos en los equipos que sean vendidos en dicha región.
Cuando se trata de equipos que se fabrican en masa, es muy poco probable que en casos como el de Apple la empresa planee producir un modelo de iPhone con USB-C y otros modelos con lightning para el resto del mundo, aunque no se descarta.
Lo que sí es cierto es que existe una alta probabilidad de que tras este anuncio, en sus futuros dispositivos todas las marcas terminen adoptando un modelo global con USB-C en lugar de brindar diversos modelos en los que solo cambie el puerto de carga.
Esto podría generar un efecto en el cual los usuarios de todo el mundo terminarán beneficiándose de una legislación creada por la Unión Europea y de este modo se genera un impacto global en la reducción de molestias para los consumidores y la reducción de los desechos electrónicos de todo el mundo.
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