La paradoja de las nuevas estrategias de mercadeo

La privacidad en Internet es un tema que siempre va a ser polémico. Es muy difícil lograr un consenso alrededor de este tema y cada día se conocen hechos que hacen que la polémica, en vez de reducirse, se aumente.

Las denuncias del ex-agente de la NSA, Agencia Nacional de la Seguridad por sus siglas de inglés, Edward Snowden, en donde se da a conocer que datos de millones de usuarios de diferentes compañías tecnológicas han sido ‘espiadas’ por la NSA aumentó mucho la tensión sobre este tema.

Directivos de empresas como Yahoo, Google, Facebook y Twitter tienen como mayor recurso en su haber los datos de los millones de usuarios que poseen, por lo tanto, ven amenazado el quehacer de sus compañías cuando encuentran que un Gobierno accede a dichos datos sin permiso alguno y con fines desconocidos, dado esto, no se hace rara la polémica suscitada.

Además, conocemos como cada día avanzan más las estrategias de mercadeo para que los usuarios vean en sus perfiles solo la información publicitaria que le podría gustar, gracias a algoritmos que permiten recopilar datos sobre gustos de cada uno de los usuarios. Esto hace que las empresas tengan un despliegue más efectivo de su estrategia de mercadeo y además hace que a los usuarios finales se le haga más cómodo el uso de redes sociales o servicios de correo al acceder a información que va a tener mayor probabilidad de ser de su agrado.

La paradoja entonces se sitúa en el hecho de que una herramienta que permite mejoras para empresas y para usuarios, también permite que seamos víctimas potenciales de espionaje y abuso por parte de autoridades. Este tema puede ser aún más álgido si se comienza a hablar de algunos hechos en donde las compañías poseedoras de estos datos negocian con fines ‘non sanctos’ o si a estos datos llegan organizaciones criminales. Así pues, es sano alimentar este debate de la privacidad de nuestros datos y hasta donde estamos dispuestos a ceder en el uso de nuestra información sabiendo los riesgos que se corren.