Barcelona se consolida como epicentro del ‘deep tech’ europeo con una cumbre clave para el futuro tecnológico
Mientras los modelos de negocio basados en software dan señales de madurez, una ola de innovación más profunda y disruptiva está remodelando la economía global. La industria Deep Tech es el ejemplo más claro de todo el poder transformador de la tecnología.
Este sector representa la convergencia de avances científicos tangibles en inteligencia artificial, computación cuántica, biotecnología, nuevos materiales y energía para resolver los problemas más complejos de nuestra era. Su particularidad radica en que su valor no nace de optimizar lo existente, sino de crear lo radicalmente nuevo, desde moléculas hasta microchips.
La apuesta estratégica de las economías líderes
Las cifras hablan por sí solas: en 2024, las empresas de base científica captaron más de 60.000 millones de dólares en inversión global, según Dealroom. Pero más allá del capital, el ‘deep tech’ se ha erigido como un asunto de soberanía nacional. Europa, por ejemplo, ya concentra cerca del 20% de la inversión mundial en capital de riesgo de este sector, un movimiento impulsado por políticas públicas que buscan reducir la dependencia tecnológica de otras potencias y asegurar el control sobre infraestructuras críticas.
Esta carrera no es solo por liderazgo económico; es por definir el futuro. Desde algoritmos que diagnostiquen enfermedades antes de que se manifiesten hasta los materiales que permitan la transición energética, deep tech proporciona las respuestas, y por ello atrae una atención sin precedentes.
Barcelona, hub emergente en el mapa deep tech

En este contexto global, Barcelona celebra su relevancia como polo de innovación con la cuarta edición del Barcelona Deep Tech Summit (BDTS), del 4 al 6 de noviembre. Bajo el lema “Deep tech for a better future”, el evento, enmarcado en la Smart City Expo World Congress, se consolida como un nodo crucial para conectar la ciencia más avanzada con el capital y la industria.
El ecosistema barcelonés es un caso de estudio de éxito europeo. La ciudad alberga más de 340 startups deep tech que han captado 544 millones de euros (2019-2024), sustentadas por una infraestructura científica de primer nivel: el Barcelona Supercomputing Center (con el superordenador MareNostrum), el Sincrotrón Alba y el Barcelona Institute of Science and Technology.
Un punto de encuentro para la comunidad global
El BDTS refleja esta madurez. El encuentro, que ocupará 1.300 m² en Fira de Barcelona – Gran Via, reunirá a más de 120 startups, 100 fondos de inversión y 250 corporaciones, con la expectativa de superar los 2.500 visitantes.
La agenda contará con más de 90 ponentes de talla internacional, como la futurista Zayna Khayat (Universidad de Toronto), el inversor Michael Jackson, el pionero en sostenibilidad John Elkington, la CEO de Libelium Alicia Asín y el fundador de Tech.eu, Robin Wauters. Las sesiones se estructurarán en tres ejes clave: Life & Planet (salud y sostenibilidad), Computing & Tech Sovereignty (soberanía digital) y From Lab to Market (transferencia tecnológica).
Con delegaciones de Canadá, Suecia, Portugal, Francia e Italia, el BDTS trasciende lo local. Su misión es proyectar la capacidad de la tecnología profunda para ofrecer soluciones tangibles a los grandes retos del siglo XXI, posicionando a Barcelona en el lugar que le corresponde: en la vanguardia de la nueva economía del conocimiento.
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