5G en América Latina: cómo avanza su implementación en la región
Aunque durante los últimos años América Latina ha avanzado en expandir sus redes móviles y fijas a la mayor cantidad de territorios posibles, la región todavía vive tiene un enorme reto para reducir la desigualdad en la penetración de internet. La brecha digital entre zonas urbanas y rurales continúa siendo una de las mayores a nivel mundial.
Si algo demostró la pandemia es que los países con un buen nivel de desarrollo tecnológico pudieron experimentar menores afectaciones económicas en comparación con los que no estaban bien encaminados hacia la digitalización. También pudimos comprender más a fondo la importancia de que las personas cuenten con acceso a la conectividad sin importar dónde viven.
Durante los primeros meses de cuarentena por el covid-19, a nivel global se realizaron en promedio 300 millones de reuniones por Zoom diariamente, mientras que las ventas online aumentaron un 50% y el 70% de las pequeñas y medianas empresas se vieron en la necesidad de iniciar su transformación digital. Estudiar, trabajar y mover la economía a través de la compra-venta de productos y servicios, fueron actividades impulsadas completamente por internet.
Sin embargo, mientras los países de la región todavía luchan por consolidar un servicio de banda ancha móvil estable, rápido y asequible que pueda ayudar a cerrar la brecha digital, el mundo avanza hacia la próxima generación de la conectividad móvil, el 5G, cuya adopción a nivel global se ha duplicado cada año y llegó hasta los 813 millones de conexiones a mediados del año pasado.
En América Latina el desarrollo de la conectividad 5G se ve lejos. Aunque si bien los avances marchan lento, ya se realizan pruebas en por lo menos en 7 países de América del Sur. Por supuesto, los tímidos avances contrastan con el avanzado desarrollo en otras regiones del mundo, por lo que es inevitable preguntarse ¿qué podría estar amenazando al desarrollo digital de una región con tanto potencial como lo es América Latina?
Marcos regulatorios obsoletos obstaculizan el desarrollo digital
De acuerdo con 5G Americas, los desafíos de digitalización que enfrenta la región demandan innovaciones regulatorias que faciliten la transición hacia nuevas tecnología, un llamado a la revisión y actualización de los marcos regulatorios que garanticen avanzar hacia una era de innovación en política pública y regulación para el desarrollo digital.
Con la idea de ayudar a los países de la región a mejorar sus marcos regulatorios para que la innovación digital no se vea afectada, la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT) ha trabajado en herramientas de medición de Innovación Regulatoria, entre ellas “5G Benchmark”, que establece indicadores relevantes para marcos regulatorios colaborativos hacia la quinta generación, es decir, que integran las telecomunicaciones con el ambiente digital.
Colombia y Brasil son algunos de los países que destaca la organización como pioneros en la región en adoptar políticas públicas enfocadas en innovación en sus marcos regulatorios y agendas digitales.
El futuro de la conectividad 5G en América Latina
Se espera que para el año 2026 la región de América Latina y el Caribe alcance los 301 millones de conexiones 5G, pero todavía harán falta por lo menos 8 años más para que su adopción sea masiva. Por ahora, 4G LTE continúa siendo la tecnología celular inalámbrica que domina en la región, y a la fecha cuenta con 495 millones de conexiones.
De acuerdo con Ericsson, el despliegue de redes 5G representa una importante oportunidad de desarrollo en la región. El año pasado, se proyectó que la digitalización de las industrias en América Latina podría convertirse en un mercado con un valor de más de USD $21 mil millones anuales y, a largo plazo, esta infraestructura crítica podría aumentar la competitividad regional y traducirse en un aumento del PIB de más del 5 por ciento.
Aunque si bien el déficit de conectividad en zonas remotas no se va a solucionar solo con la llegada del 5G a la región, las redes móviles juegan un papel importante a la hora de cerrar la brecha digital, por lo que la puesta en marcha de esta tecnología en los países latinoamericanos sin duda traerá más oportunidades.
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