Robots agricultores ¿una alternativa para el futuro del agro?
Las innovaciones en el área de la programación y la robótica de a poco empiezan a crear nuevos desafíos en los ámbitos más esenciales de la vida de cara a lo que será nuestro futuro.
Ahora como una alternativa, las industrias se encuentran dentro de la dinámica de un nuevo mercado, en el que las startups se han convertido en uno de los principales motores de desarrollo. Sumado a los conocimientos de la tecnología y la inteligencia artificial que juegan un papel preponderante.
Así parece demostrarlo una empresa con sus lechugas cultivadas por robots, las cuales ya se encuentran disponibles en el mercado y que se alinean con los desarrollos de la compañía neozelandesa T&G Global, quienes hace algunos meses habían presentado al mundo la primera cosechadora robótica para recolectar manzanas.
Según publicó The Verge, la startup de California inauguró durante el mes de octubre del año pasado el primer huerto robotizado, el cual ahora ha dado como resultado sus primeros frutos, los cuales se han empezado a comercializar en una tienda ubicada a 1 kilómetro del huerto robótico en San Carlos, California, asegurando productos de frescos y de gran calidad.
Por ahora, la compañía solo ha puesto a la venta tres variedades de hortalizas de su cultivo hidropónico, es decir, sin tierra, permitiendo por ahora cosechar lechugas, acedera y albahaca, las cuales se consiguen como ensaladas procesadas y preparadas para el consumo a un precio que oscila entre los $2,50 y $5 dólares, bajo la premisa de ser un producto gourmet con un sabor único.
Por ahora el cultivo de la compañía no es completamente autónomo y robotizado, debido a que necesita a los seres humanos en las partes esenciales del trabajo, tal y como explicó, Brandon Alexander, cofundador y CEO de Iron Ox, quien aseguró que «los trabajadores de la compañía siembran y empacan las plantas cuando están aptas para su consumo, dejando como única labor del robot Angust, el cuidado diario de la plantación y el traslado de las plantas al interior del invernadero, el proceso además es monitoreado por medio de un programa apodado “Cerebro” que vigila las condiciones de crecimiento y maduración de la plantación».
Las hortalizas se siembran en soportes que tienen la capacidad de dejar en suspensión las raíces de las plantaciones, facilitando que los robots usando sus brazos robóticos puedan movilizar fácilmente las plantas de un lugar a otro.
A diferencia de los procesos agrícolas tradicionales, estos requieren menos cantidad de agua para su desarrollo y pueden llevarse a cabo en espacios pequeños, lo que para muchos es una ventaja de este tipo de cultivos automatizados.
Actualmente la patente de la compañía tiene la capacidad de cultivar hasta 26.000 cabezas de lechuga, hojas verdes y hiervas en los recipientes hidropónicos.
Para muchos este desarrollo representa la posibilidad de mejorados y veloces procesos en el futuro, para otros en cambio significa que es un hecho la posibilidad de que los robots reemplacen cada día más las labores que antes eran desarrolladas por humanos.
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