Boyacá, Colombia: el despliegue de una iniciativa integral para reducir la brecha digital

Un estudio pionero revela cómo las estrategias comunitarias y el apoyo a pequeños operadores están transformando la conectividad en una de las regiones agrícolas más importantes del país, ofreciendo un modelo replicable para toda la región.

Mientras la brecha digital entre el campo y la ciudad sigue siendo uno de los mayores retos para el desarrollo de América Latina, el departamento de Boyacá en Colombia emerge como un caso de éxito inspirador. El informe “Conectividad Rural: El Caso del Departamento de Boyacá”, detalla cómo una estrategia integral y de base comunitaria está logrando lo que parecía imposible: llevar oportunidades digitales a las zonas más remotas.

Brecha digital: un desafío continental

La disparidad es profunda. A nivel global, la UIT reporta que el 81% de los residentes urbanos usa internet, frente a solo un 50% en zonas rurales. En Colombia, la situación es más crítica: mientras el 60% de los hogares urbanos tienen conexión, en el campo esta cifra se desploma por debajo del 30%. Boyacá, con una economía predominantemente agrícola, reflejaba esta desigualdad (50% en ciudades vs. 33% en lo rural), lo que perpetuaba el estancamiento económico y limitaba el acceso a educación, salud y servicios.

El impacto de superar este desafío es monumental. El Banco Interamericano de Desarrollo estima que, entre 2010 y 2023, la infraestructura digital contribuyó con un promedio anual de US$597 millones al PIB colombiano. Cerrar la brecha no es solo una cuestión de equidad, sino una prioridad estratégica para la competitividad nacional.

El modelo Boyacá: Pilares de una transformación exitosa

Boyacá no optó por un enfoque único, sino por un ecosistema de soluciones sinérgicas que se articulan alrededor de varios pilares clave:

Empoderamiento Comunitario: La joya de la corona de la estrategia. Amparadas en el Decreto 1079 de 2023, se han creado “Comunidades de Conectividad” donde juntas de acción comunal, asociaciones de mujeres y jóvenes gestionan directamente el servicio como pequeños operadores locales.

La meta para 2025 es conectar a más de 5.400 hogares, beneficiando a 24.000 personas. En su primera fase, ya llevó 3.150 accesos comunitarios y conectó 49 escuelas rurales en 62 municipios.

Infraestructura Colaborativa: La Red Neutra Departamental, una alianza público-privada, garantiza a más de 100 pequeños Proveedores de Servicios de Internet (PSI) el acceso a una infraestructura troncal de calidad, reduciendo drásticamente los costos de entrada y fomentando la competencia.

Formación para la Vida y el Trabajo: La conectividad sin habilidades es una carretera vacía. Con aliados como Huawei, Cisco y Fundación Telefónica, se impulsan programas en programación, ciberseguridad, marketing digital e inteligencia artificial. Iniciativas inclusivas como “TIC sin límites” aseguran que personas con discapacidad también sean parte de esta transformación. Hasta la fecha, más de 2.600 personas han sido capacitadas.

Economía Digital Local: El modelo trasciende el acceso para impulsar el desarrollo económico. Una alianza con MercadoLibre permite a los agricultores vender sus productos en línea, eliminando intermediarios y aumentando sus ganancias. Además, se apoya a startups locales y al clúster Sutic para fomentar la innovación desde el territorio.

Gobierno Ágil: Se han eliminado barreras regulatorias en más de 95 municipios, agilizando la instalación de antenas y digitalizando trámites, lo que demuestra un compromiso claro desde la institucionalidad.

Mirando al futuro: Sostenibilidad y réplica

El camino no está exento de desafíos. Asegurar la sostenibilidad financiera del modelo comunitario, garantizar la estabilidad técnica en áreas de geografía compleja y fortalecer la gobernanza local son los próximos retos.

Sin embargo, la visión es clara y ambiciosa: Boyacá busca aumentar la conectividad rural del 28% en 2023 a un 70% para 2028, con un aumento proyectado del 16,8% en la productividad rural.

El estudio, elaborado con el apoyo de la Alianza Latinoamericana de Telecomunicaciones (ALT+), concluye que el empoderamiento local es la clave. “El caso de Boyacá demuestra que la verdadera inclusión digital trasciende la simple instalación de antenas. Se trata de garantizar equidad, crear oportunidades y construir resiliencia desde dentro”, se lee en el informe.

Su experiencia ofrece ahora un modelo replicable para otras regiones de América Latina, demostrando que, con innovación regulatoria, alianzas audaces y, sobre todo, confianza en las comunidades, es posible conectar el campo e impulsar una transformación territorial verdaderamente inclusiva.