Ciudades Inteligentes

¿Cuándo debemos decir que determinada ciudad es inteligente?

Muchos se aferrarían más que todo a los avances tecnológicos que una ciudad implemente para ‘mejorar’ aspectos como la movilidad, la vigilancia, la sostenibilidad y el ahorro energético, entre otros. Sin embargo, creo que estos avances no se convierten por sí solos en la definición de “Ciudad Inteligente”.

¿Para qué crear un sistema de reciclaje eficiente y que le entregue al ecosistema menos desperdicios si tal sistema no es usado por los habitantes de la ciudad?, ¿Qué sentido tiene tener un sistema inteligente de movilidad que permita un tránsito por la ciudad menos caótico si los conductores no respetan las normas?, ¿Es acaso Inteligente avanzar en la implementación de nuevas tecnologías para mejorar cada aspecto de una ciudad pero construir este avance sin el acompañamiento de toda la ciudadanía?.

Este es el principal punto de una ciudad inteligente: La manera como se construye. No se puede pretender ser una ciudad inteligente, pero petulante con sus habitantes, por el contrario desde el inicio de su deseo por volverse “Smart” debe contar con un principio de construcción colectiva, en donde los habitantes aporten activamente en el desarrollo de los avances necesarios para llegar al estado que ahora muchas ciudades desean tener.

Medellín, ciudad nativa de quién les escribe, está a punto de dar un gran salto al dejar atrás esa idea de creerse una ciudad inteligente en base a avances netamente tecnológicos, y pasar a lo que realmente puede llevar a la ciudad a ser inteligente, la construcción colaborativa.

Desde MedellínDigital, entidad que tendrá a cargo tal tarea, se espera que la ciudad viva un cambio gigante de cultura, en donde se destierre la indiferencia y la apatía que generan los temas de ciudad en muchos de sus habitantes, y que ellos mismos aporten en la construcción de “Medellín, Ciudad Inteligente”.