Las Tic en la educación – Los olvidados parte I

Estar en una sociedad que avanza cada vez más frenéticamente en temas tecnológicos hace que normalmente se piense que la población se mueve en conjunto con dichos cambios. Esta consideración está errónea porque la tecnología es solo una extensión del resto de campos de la sociedad, trayendo consigo la desigualdad característica de un país en vías de desarrollo.

Creer también que los aspectos digitales deben ser aprovechados para el desarrollo económico de una sociedad y por ende se debe priorizar la adaptación de dichas temáticas en segmentos de la población que puedan generar unos réditos productivos es un paradigma que debe cambiarse. Es necesario que los diferentes entes del país, públicos y privados, cambien su imagen sobre el desarrollo de la sociedad. No es solo viable apoyar a los ciudadanos que se proyecten como agentes generadores de riqueza económica, sino que hay que apostarle también a proyectos que aumenten una riqueza social, ya que es tan importante apoyar un proyecto de desarrollo web que generará X millones de pesos y X vinculaciones laborales, que apoyar un proyecto de educación que capacite a cientos de adultos mayores en el manejo de las Tic.

Sé que esta última afirmación no es muy aceptada por la mayoría de la gente, pero hay que tener en cuenta que para la vida de un adulto mayo el aprendizaje en estos temas puede ser el eje que centre el desarrollo de sus actividades, así como para un emprendedor tecnológico su vida va a girar en torno al desarrollo de su proyecto empresarial. Y nadie puede decir que una aspiración (la del emprendedor) es más loable o importante que la otra (la del adulto mayor), por ende es igual de grande el esfuerzo, sobretodo del Gobierno Nacional, que se debiera hacer para apoyar a las aspiraciones de todos los ciudadanos.

Un ejemplo muy claro de esta segregación digital es que a la vez de que el Poder Ejecutivo implementa mejoras como “Gobierno en Línea”, ésta mejora se tiene exclusivamente para uso de las generaciones alfabetizadas tecnológicamente, ya que el adulto mayor comúnmente no sabe cómo poder hacer uso de estas herramientas.

Por todo lo anterior se requiere que el Gobierno encabece esfuerzos gigantes para que no abramos más la brecha digital que tenemos como sociedad (que se refleja también en una desigualdad social), a estos esfuerzos ya se podrán sumar iniciativas privadas, teniendo como objetivo macro la inclusión de la población que ahora ve como ajeno el desarrollo tecnológico.