Las Tic en la educación, herramientas y su uso
Cuando se habla de tecnología en espacios como estos, prácticamente se crea en el imaginario colectivo la idea de hablar sobre novedades en las industrias tecnológicas, últimos descubrimientos científicos o noticias del ámbito comercial que tengan referencia al campo tecnológico. Yo quiero aprovechar este espacio para tratar este tema en otros contextos. La educación es uno de ellos y la injerencia de la tecnología en ella no puede pasar desapercibida; menos para los que la respiran por cada poro, ya que más que mantenerse informados, informar y opinar sobre nuevos lanzamientos de smartphones, creo que es de gran importancia su participación en la construcción de nuevos modelos que lleven todo ese conocimiento a donde es más difícil llegar.
La educación, al menos la impartida en estratos socioeconómicos bajos, tiene un gran obstáculo para acceder a las Tecnologías de la Información y la Comunicación y no es más que la consecución de las herramientas y recursos para dicho acceso (dispositivos y conectividad). El hecho de que tanto colegios públicos como privados tengan salas de informática y una conexión a internet (Siendo este un caso ideal e inexistente en nuestra realidad) no quiere decir que se tenga una educación similar en esta temática en ambos casos, y la razón es apenas obvia. Un estudiante de un colegio privado además de usar dispositivos tecnológicos en su colegio también los usa (así sea para entretenimiento solamente) en sus hogares, mientras que un estudiante de un colegio público y que pertenezca a una familia pobre (el 37,8% del país) solo tendrá acceso a dicho conocimiento mientras esté en su clase de tecnología e informática en el colegio (quizás 4 horas a la semana).
Esta desigualdad está reflejada en que tenemos un sistema educativo y laboral que educa según la clase socioeconómica del individuo, en donde un joven con pocos recursos es educado para ser operario y un joven pudiente para ser jefe. Esta discriminación educativa no es plenamente combatida por el Estado, que apenas está empezando a visitar municipios colombianos en donde se regalan tabletas y computadores; y que además se está quedando ahí. Se puede decir que la batalla contra la imposibilidad de acceder a las herramientas tecnológicas se puede ganar de esta manera, pero se está lejos de ganar la guerra contra la desigualdad y baja calidad educativa del país en temas tecnológicos.
Ejemplos de cómo aprovechar las tabletas y computadores que empiezan a regalarse en los pueblos colombianos hay bastantes y no hay que ir muy lejos para descubrirlos. En Medellín tuvo lugar el piloto del programa Coderise, en donde se enseñaba a programar a jóvenes estudiantes sin importar su nivel socioeconómico; otro curso de programación dado en la Comuna 13 impartido por La Casa De Las Estrategias tuvo lugar en esta misma ciudad hace pocas semanas y dentro del municipio de Medellín se desarrolla la Alianza Futuro Digital que involucra a la empresa privada y al Estado alrededor de la educación en Colegios Públicos. En conclusión, la entrega de herramientas y no enseñar a usarlas correctamente convierten al plan del Gobierno Nacional para mejorar la educación y el acceso a las Tics en una solución insípida y con mucho que mejorar.
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