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Illimani Patiño

30 septiembre, 2019

Desigualdad en Estados Unidos llega a máximos históricos

Según nuevas estadísticas del departamento de censo norteamericano, el 2018 habría registrado el mayor incremento en la diferencia de riqueza entre ricos y pobres desde que se tiene registro, es decir, desde hace más de media década.

Esto se da a pesar de que Estados Unidos ha vivido el mayor ciclo de expansión económica en toda su historia, iniciando un crecimiento ininterrumpido desde la crisis económica de 2008 y 2009 y que, hasta ahora, no se ha detenido.

Además, en 2019 también se registraron cifras bajas de empleo y un incremento en el ingreso promedio de las familias estadounidenses. Sin embargo, es claro que la mayor parte de la riqueza generada en la última década se ha ido a las manos de los más ricos.

Esto se debe, en gran parte, a que el salario mínimo federal no ha aumentado en una década, manteniéndose en 7.25 dólares por hora.

Actualmente el ingreso promedio de una familia en Estados Unidos es de 61 mil dólares al año, una cifra histórica pero que podría reducirse por el aumento en la inflación y la desaceleración económica.

Pero el fenómeno de crecimiento no ha impactado de la misma manera a todas las regiones del país, lo cual podría explicar el fenómeno de inequidad. Áreas como Nueva York, San Francisco, Washington D.C. y Boston han experimentado un crecimiento exponencial gracias a los sectores de tecnología y servicios, pero la riqueza creada generalmente queda concentrada en las manos de quienes tienen un nivel más alto de formación.

De la misma manera, la diferencia entre ricos y pobres se hizo más grande en estados pobres como Luisiana y Puerto Rico, afectados por desastres naturales en los últimos años.

Desde 1967, año donde se empezó a recolectar información sobre la desigualdad en Estados Unidos, el índice GINI, en el cual 0 representa que las familias tuvieran la misma riqueza y 1 que una sola familia tuviera toda la riqueza de un país, ha aumentado de 0.39 a 0.48 en 2018.

En comparación, ningún país europeo tuvo un índice mayor a 0.36 el año pasado.

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