Controversia mundial por periódico polaco que promueve ‘zonas libres de LGBTI’

Mientras el mundo avanza cada vez más en el reconocimiento de la diversidad y de los derechos de las minorías históricamente excluidas, un sector radical del conservadurismo religioso se apega a los valores medievales para contrarrestar estos avances.

Tal es el caso de los movimientos islamistas radicales en medio oriente, los partidos evangélicos en América Latina y los grupos de ultraderecha en Estados Unidos y Europa, quienes han logrado conquistar el poder político en no pocos lugares.

Polonia, un hermoso país del centro de Europa, ha sido uno de los Estados vanguardistas para movimientos nacionalistas de ultraderecha católicos, quienes rechazan la recepción de refugiados de guerra, atacan otras minorías religiosas y promueven el odio hacia la llamada ‘ideología de género’ la cual, según ellos, les está enseñando a los niños valores contrarios a la familia tradicional.

El periódico oficialista ‘La Gazeta Polaca’ ha prometido a los habitantes de las 30 ciudades que han promovido el rechazo a la ‘ideología de género’ con el envío de stickers que declaran sus regiones como ‘libres de LGBTI’. Según el semanario, las ideas liberales amenazan la cultura nacional polaca y el orden nacional.

La mayoría de estas 30 ciudades que han declarado su rechazo a la ‘ideología de género’ son gobernados por el Partido Ley y Justicia, del cual también es miembro el primer ministro. Todas ellas están localizadas en el este del país, en las zonas más pobres y abandonadas por el régimen comunista que gobernó el país hasta 1989.

Estas regiones también son las más religiosas, por lo cual hay una amplia relación entre los partidos políticos y la iglesia.

La noticia ha generado un rechazo por parte de la mayoría de sectores políticos del mundo. El embajador de Estados Unidos en Polonia declaró en twitter: «Respetamos la libertad de expresión, pero también debemos estar de lado de valores como la diversidad y la tolerancia».

Un diputado del distrito de Varsovia, capital del país, criticó las acciones y las calificó de ‘similares’ a las que promovía el régimen nazi antes de la segunda guerra mundial, cuando inició una persecución contra las minorías sexuales en Alemania y la Polonia ocupada.