¿Cómo es ser drag en Medellín? Hablamos con representantes de este movimiento en la ciudad
Al escuchar el término ‘Drag’ la mayoría de las personas suelen asociarlo con la orientación o preferencia sexual de un ser humano.
Sin embargo, a diferencia de la transexualidad, de los travestis o transgénero, el drag se refiere a un acto artístico performático que poco o nada tiene que ver con la identidad de género o sexual de una persona, ya que no se operan para modificar su cuerpo, ni se viste de manera continua, ni se identifican como su género opuesto, de acuerdo con Deifer Rueda, seguidor de este movimiento artístico.
Así que drag puede ser un hombre o mujer, heterosexual, homosexual, bisexual o de cualquier orientación sexual; pues su objetivo va más allá del género o sexualidad, buscando generar un impacto social, cultural, educativo, y claro, de fondo enviando mensajes de diversidad.
Por otro lado el Myto del drag de la ciudad de Medellín nos cuenta porqué este término no está incluido dentro de las sigla LGBTI: estas representan las diferentes poblaciones de acuerdo con sus identidades sociales, las lesbianas, los gays, los bisexuales, los trans, y los intersexuales, incluso los heterosexuales, la d de drag no entra porque la actividad del drag no se limita a que solamente la población diversa lo haga, tenemos actores Colombianos que hacen drag, uno de esos ejemplos es «Barbarita» de Sábados Felices, ella hace un tipo de drag porque es un hombre que personifica las características femeninas.
Pero ¿de dónde viene la palabra DRAG? Es un Acrónimo de Dressed as girl y describe a una persona que crea e interpreta de manera exagerada un personaje andrógino en la mayoría de los casos, o con rasgos que corresponden o no con los de su propio sexo, con múltiples finalidades y objetivos, por ejemplo, por entretenimiento, sátira, o incluso con fines pedagógicos y culturales.
Pese a que el concepto general de DRAG suele ser limitado, según el diccionario de Cambridge corresponde a “a man, often a gay man, who dresses as a woman for entertainment”, es decir, un hombre que se viste de mujer exagerando sus rasgos para realizar un show, el término realmente es un mar de diversidad sin fin.
Dentro del drag existen distintas ramas divididas en: los Comedy Queen, aquellos con rasgos exagerados; los Pageant Queen y Fishy Queen, más delicados con la intención de resaltar la belleza femenina, así mismo participan en concursos belleza Drag Queen; los Trashy Queen, surgidos en el 2000, el Club Kid conserva sus rasgos varoniles demostrando que otros tipos de masculinidades con esencia femenina o delicada son posibles, tienen barbas, pestañas largas, pelucas, maquillaje, y por otro lado están los Dark Queen con un toque más gótico.
Deifer Rueda, estudiante de historia amante del drag, quien con su personaje Wika ha incursionado en el movimiento, nos cuenta que esta elección artística se divide en Drag Queen hombres que hacen de mujer desde una perspectiva histriónica, exagerada, humorística, política, social, disidente; Drag king mujeres que hacen una interpretación de hombre; también existen los Bio Queer y Bio Queen, esto se refiere a personas que hacen su mismo género exagerando los rasgos, un hombre haciendo de hombre, y una mujer haciendo de mujer, es decir hay múltiples matices y formas de ver el drag desde lo biológico, pero también desde lo exagerado, desde lo performático.
Se trata de explorarte a través del maquillaje, del vestuario, desde hacer un performance, un lip sync, cantar, bailar, intentar representar una feminidad dulce, delicada, fishy, o puedes intentar explorar algo un poquito más arriesgado, más spooky, o puedes intentar explorar algo mucho más disidente mostrando algo monstruoso como en el caso de Myth Drag Queen que no representa ni lo femenino ni lo masculino si no a una mezcla de los dos, ser andrógino, el Drag no se limita es una diversidad, una exploración constante, afirma Deifer.
El mundo es el escenario de las y los drag
El origen de esta forma de arte está vinculada con espectáculos satíricos de la época victoriana, burlesque, época en la que «drag» (arrastrar en inglés) hacía referencia a las faldas y vestidos largos que usaban los actores masculinos, y de épocas en que las mujeres no podían desarrollar diversos roles en la sociedad debido a la cultura patriarcal, por lo que hombres hacían los papeles masculinos y femeninos. De esta manera los drag ocuparon con constancia roles indispensables en cabarets y teatros, sobre todo a partir de la segunda mitad del siglo XX.
El drag entonces en las producciones teatrales de burlesque, vaudevillle y extravaganza de mediados del siglo XIX, utilizaban en su mayoría la comedia y la ridiculización, muchos actores utilizaban el cross-dressing (mujeres vestidas de hombres y hombres vestidos de mujeres) para burlarse o hacer una crítica de un tema en específico de su contexto, bien fuera social, económico o político.
Así al “treparse”, es decir, al ponerse sus tacones, pelucas, barba, maquillarse, vestirse y caracterizarse completamente como un personaje drag mediante fonomímica, u otros talentos como acrobacia, modelaje, actuación, presentación, diseño, canto, llevan un mensaje al mundo.
Su idea es también la de transformar el término hombre o mujer, masculino o femenino ligados a los órganos reproductores, así el paradigma y los estereotipos cambian dando la bienvenida a la diversidad, y se abre una debate que cuestiona los roles de género.
Colombia también se «trepa»
Gracias a escenarios televisivos como Netflix, programas como ‘RuPaul´s Drag Race’, se acerca a este mundo a las personas del común, que quizá antes no tenían ningún contacto con el mundo drag, impulsando además a una generación de transformistas jóvenes que luchan por sus individualidades y libertades enviando un mensaje de tolerancia.
Adora o RuPaul, se convirtió en un representante del movimiento siendo modelo, cantante, actor, compositor, dj y presentador de televisión, y gracias a su flexibilidad artísticas Time lo ha nombrado uno de los 100 personajes más influyentes del mundo.
Por otro lado, en Chile se transmite por tv The Switch; y en México, La más draga, programas que exhiben la cultura drag ayudando a eliminar el tabú y exponiendo las creaciones de los artistas.
En Colombia, La Pantera Roja, creada por Félix Rodríguez en el barrio Teusaquillo de Bogotá, fue un escenario donde los drags dieron vida a sus personajes e interpretaron infinidades de canciones de ranchera y plancha.
En el año 1995 el club Zona Franca, el precursor de Theatron, llegó a la ciudad de Bogotá. Luego de un año allí el drag tuvo un espacio en el escenario, el concepto del show dio paso a un concurso para elegir al mejor, y allí nacieron grandes personajes reconocidos que abrieron una nueva era del transformismo en el país.
Luego el Theatron abrió en el año 2002, dando apertura con el concurso Miss Universo Drag Star, el más destacado de Colombia, traspasando escenarios nacionales e internacionales, pues reunió a drags del mundo que querían llevarse el título. Luego en el 2015 trajo por primera vez a Colombia a la drag queen y dj Nina Flower, participante de RuPaul´s Drag Race. En el 2019 creó un proyecto que busca reunir al mejor talento drag, llamado El ring de las divas, recientemente creó el Diva Drag que busca en colaboración de artistas de talla internacional e impulsar las carreras de talentos locales. Para su primera versión su invitada de lujo fue Valentina, diva latina, también de RuPaul´s Drag Race.
Medellín creó también su primer concurso llamado el Sissy, que en el 2018 se llevó a cabo desde octubre hasta diciembre, del cual Myto fue ganadora de la competencia.
Una familia fuera de casa
En las escena drag se presentan agrupaciones de artistas llamadas familias, casas, uniones, un acuerdo donde crean juntos, se pone un nombre o un apellido, son mentores o reciben enseñanzas y acompañamientos en sus procesos creativos de aquellos que llevan más recorrido.
Pese a que no es un tema común y muchas personas no están preparadas para ver a un Drag en el Metro o en las calles de la ciudad a causa de los malos estigmas que las relacionan con prostitución, perversión y degeneración, cientos de personas de la ciudad reivindican su talento en diversos escenarios como el educativo y cultural.
Contra viento y marea, en Medellín este movimiento crece con grandes representantes, uno de ellos es el Myto, que buscan eliminar los referentes negativos, y mostrar al mundo su manera de hacer arte.
Myto nos contó que el drag es subjetivo, una representación con diversos objetivos y discursos, en mi caso mi fin es netamente artístico y cultural, dicto charlas y conversaciones, si bien me presento en el escenario, hago shows y performances, lo adapto a un mensaje de comunidad o de poblaciones, de lograr por medio de este canal artístico unir a la población o por lo menos dar los indicios, explicar qué es diversidad, dar a entender que soy una persona un ser humano, que toma estos dotes los exagera y lo lleva a lo performático. Es muy amplia la posibilidad de crear desde el drag.
El drag está acomodado a un mensaje político, a una representación artística a una forma de expresión.
Es por esta razón que Myto realizó un proceso pedagógico en diversas zonas, «en él llevé el movimiento a diferentes subregiones de Antioquia como Marinilla, Copacabana, Cañas Gordas, Chigorodó, Caucasia, Puerto Berrio, Don Matías, etc, con un proceso de la mano de a Gobernación de Antioquia, junto a la Alianza Social LGBTI y a la Corporación Stone Wall, en el marco de encuentros Subregionales de procesos LGBTI. En el que expuse acerca de identidades de género y la construcción y deconstrucción que permite el drag en el género».
Su esencia es ser vocero de diferentes problemáticas, y hacerlas evidentes, a través de diálogos o performances con el fin de que se planteen posibles soluciones.
Estos artistas se han convertido sin duda en los nuevos iconos de la cultura pop, son activistas y desafían la estética, además realizan una increíble labor social, sin embargo sus aportes aún no son reconocidos como se debe, su esfuerzo e inversión suelen pasar desapercibidos por los estereotipos que la sociedad ha creado.
Su labor vas más allá, pues propician espacios de reflexión y visibilización partiendo de las expresiones de género no binarias, así ponen en tela de juicio las dinámicas patriarcales y machistas, cuestionando el rol de los “machos” en la sociedad y la posibilidad y flexibilidad de la parte masculina de la mujer y los dotes femeninos del hombre.
«Don’t be a Drag, just be a Queen» .
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