¿Viajarías 20 horas seguidas en avión? Pronto será posible
Gracias a la llegada de las aerolíneas low-cost el transporte mundial se ha democratizado a niveles impensables hace dos décadas. Recorrer el mundo, antes un sueño imposible, ahora puede ser realidad gracias a la progresiva disminución de los costos en los tiquetes aéreos.
Esta ‘masificación’ de los viajes aéreos también ha traído nuevas opciones de vuelos a larga distancia los cuales antes eran extremadamente costosos, pero que debido a la llegada de aviones más eficientes ahora son hasta 4 veces más baratos que hace 30 años.
Por ejemplo, la australiana Qantas quiere romper el récord mundial del vuelo regular más largo del mundo conectando a las ciudades de Nueva York y Sidney en el próximo año y a Londres con Sidney en 2022, con vuelos de entre 19 y 21 horas aproximadamente, una verdadera jornada ‘maratónica’ que puede dejarte desconcertado por la gran cantidad de usos horarios que se cruzan.
De hecho, la aerolínea ya empezó a probar los vuelos entre Nueva York y Sidney esta semana, cubriendo una distancia de 16 mil 200 kilómetros en 19 horas y media, un vuelo 45 minutos más largo que el de Singapore Airlines que cubre actualmente la ruta Singapur – Newark (New Jersey).
Pero este tipo de trayectos de ultra largo alcance tienen muchos efectos negativos como lo son la exposición prolongada a baja presión, altos niveles de contaminación auditiva y baja humedad. Es por esto que Qantas, está experimentando para encontrar las formas más efectivas decontrarrestar estos problemas.
Según un reporte de Bloomberg, donde uno de sus corresponsales hizo parte de uno de los vuelos prueba, la aerolínea está buscando la mejor manera para reducir también el efecto del cambio radical en el uso horario mediante el uso de luces especiales en cabina y elementos distractores para evitar el sueño inmediato de los pasajeros.
En cualquier caso, aún se necesitan algunos meses más de investigación para que el vuelo empiece sus recorridos regulares en lo que inaugura una nueva era en la historia de la aviación: el de los vuelos de ultra largo alcance con una duración mayor a las 20 horas.
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