La NASA perdió 700 millones de dólares por comprar aluminio barato
Al parecer, cambiarle un material por uno de más baja calidad a la institución más prestigiosa del mundo no es tan difícil. Al menos en el caso de la NASA, compañía a la que le «cambiaron» toneladas de aluminio fino por uno más barato.
Aunque suene algo surrealista, eso es lo que le pasó a la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio, víctima durante casi dos décadas de un proveedor de aluminio y metales para sus misiones espaciales con muy procos escrúpulos.
Este proveedor alteró las pruebas de resistencia de sus productos, de manera que cumplieran con las exigencias de la NASA para estos materiales. Según el Departamento de Justicia, la baja calidad de los metales que proporcionaba esa compañía supuso que varias misiones fracasaran, ocasionando pérdidas millonarias a los contribuyentes norteamericanos.
«Cuando los resultados de las pruebas se alteran y las certificaciones son falsas, las misiones fracasan», afirma en la sentencia Jim Normal, director de Servicios de Lanzamiento de la NASA.
En definitiva, se habla de que tanto la misión Glory como la misión Orbiting Carbon Observatory tuvieron que ser canceladas cuando fallaron las narices de los cohetes Taurus XL que transportaban tecnología de punta. En ambos casos, los componentes se construyeron con el aluminio proporcionado por la compañía que falsificó los documentos de las pruebas.
El resultado de esas falsificaciones fue una pérdida que sobrepasa los 700 millones de dólares, además de los años de dedicación de cientos de científicos a sendos proyectos.
El contratista y la NASA ya llegaron a un acuerdo por el que ‘Sapa Profiles’ reconoce los fallos en estas misiones, pero solamente reembolsará 46 millones de dólares.
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