Galaxy Note 7 ¿La caída del imperio Samsung?
El Samsung Galaxy Note 7 dejó de existir. El fabricante surcoreano ha anunciado oficialmente la suspensión en la fabricación de su último terminal que apuntaba a ser el estrella de alta gama de dicha marca. La compañía se ha dispuesto por ahora a recuperar todas las unidades que ya han sido vendidas con el fin de evitar que más incidentes de incendios y explosiones continúen presentándose. El Note 7 ha desatado una verdadera crisis en la compañía, tanto así que en los últimos valores ha perdido un golpe correspondiente a un 8% de su valor en Bolsa, su mayor caída en un día desde el 2.008.
En las últimas horas Samsung ha dado una pequeña declaración: “Para garantizar la seguridad de nuestros consumidores hemos parado las ventas y los reemplazos del Samsung Galaxy Note 7 y, por consiguiente, hemos decidido parar la producción permanentemente hasta terminar las investigaciones pertinentes”.
Se estima que en total fueron cuatro millones de unidades vendidas hasta el momento, de las cuales 2.5 millones corresponden al primer lote defectuoso y el resto de las ventas corresponden al modelo “perfeccionado”. Todas estas ventas terminaron generando pérdidas, ya que la empresa se vio obligada a recolectar las unidades vendidas en dos etapas diferentes y como garantía ha tenido que ofrecer a los clientes la devolución de su dinero o elegir entre otro modelo diferente de la propia marca como el Galaxy S7.
De acuerdo con los analistas, Samsung tenía planeado producir 10 y 12 millones Galaxy Note 7 unidades este año, pero lamentablemente este traspiés afectará enormemente las metas previstas de la compañía.
Costo de todo lo sucedido
Solo durante el primer recall, se estima que Samsung tuvo que gastar unos $ 5 mil millones de dólares para solucionar el problema, cifra que equivale a todos los gastos relacionados con la logística de devolución, cambios por garantía, y otras pérdidas relacionadas con las ventas afectadas.
Samsung además ha tenido que invertir dinero en un “kit de devolución” que incluye varias cajas para transportar de manera segura estos dispositivos. Los kits incluyen una caja con aislamiento térmico donde irá el teléfono, un par de guantes de seguridad, y un par de cajas adicionales para aislar el dispositivo del mundo exterior, esto sumado a los cobros por logística y transporte.
A todas estas pérdidas económicas se debe sumar las diferentes caídas en la bolsa, el temor de los inversores, y la desconfianza de los usuarios. A largo plazo, todo esto podría tener un impacto significativo en la rentabilidad global de Samsung, que desde ya debe estar planeando cómo superar el difícil momento que se le viene.
La retirada de los dispositivos y la caída en la Bolsa
Samsung ha dado la orden global de que se retiren todos los dispositivos comercializados, incluyendo los que se repartieron tras la segunda tanda, sí, los supuestamente “perfeccionados” al detectarse los problemas. También ha solicitado a las compañías telefónicas y a sus socios que ayuden en la retirada de todas las unidades.
El fracaso del Note 7 le está poniendo un gran problema al gigante surcoreano, hasta ahora primer fabricante mundial de móviles, el coste es mucho en términos de imagen, pero no sólo eso, las acciones de la compañía se han desplomado en más de un 8% en Seúl, lo que supone que el valor de la empresa se ha visto reducido en más de 16 millones de dólares.
“Recientemente, hemos reajustado los volúmenes de producción para permitir una investigación exhaustiva y un control de calidad, pero poniendo la seguridad del consumidor como nuestra prioridad número uno, hemos llegado a la decisión final de detener la producción del Galaxy Note 7”, recalcó Samsung en otro comunicado de este martes.
A pesar del peligro que emiten estos terminales, no todos los compradores los están devolviendo, recordemos que tampoco debe ser fácil recoger 2,5 millones de terminales. Pero Samsung se las ha ingeniado y creó una página web con las instrucciones para los clientes de Estados Unidos, también ha dado un número teléfonico (1-844-365-6197).
La imagen de la marca
Siendo realistas, nunca antes habíamos visto un caso como el de Samsung, al menos no en la historia reciente del mercado móvil. Si a una marca menos popular y más pequeña que Samsung le ocurre lo mismo, estamos seguros de que su existencia quedaría en peligro.
La firma surcoreana domina junto a Apple el mercado móvil, y en este punto, no sabemos si esto juega a su favor o en su contra. A su favor porque al ser una marca de renombre, puede sobrevivir fácilmente a este tipo de traspiés y recuperar fácilmente la confianza de los consumidores, al menos entre los propios fans de la marca, y en su contra, porque gracias a su popularidad, el caso del Galaxy Note 7 le ha dado la vuelta al mundo, generando debates, burlas, y hasta temor.
Son muchos los millones que ha perdido la empresa por culpa de su flamante Note 7. Pero el costo más alto sin duda será el impacto que todo esto ha generado entre los consumidores, poniendo en juego el nombre de Samsung como marca. El costo de la retirada y detener la producción no es nada en comparación con el daño permanente que podría traer esto a la imagen de la marca, que de llegar a verse afectada, le tomaría un buen tiempo recuperar la confianza de los consumidores más escépticos, y peor aún, sus mayores competidores incluyendo a Apple se beneficiarán de todo lo sucedido.
El futuro de Samsung
Se dice que desde ya la empresa tiene todo preparado para intentar recomponer su camino con la llegada del próximo Galaxy S8, que aún está a unos seis meses de llegar al mercado, y a poco menos de su presentación. Hay quienes aseguran que Samsung planea anticipar el lanzamiento de su próximo buque insignia, pero este sería un movimiento incluso más peligroso, pues ahora todos sus esfuerzos se deben centrar en la investigación de todo lo sucedido con el Galaxy Note 7, de todo, sería completamente equivocado actuar con desespero sabiendo que si no se cuidan todos los detalles algo podría salir mal.
Conclusión
Todo lo sucedido debería representar para las otras marcas una especie de ejemplo o llamado de atención, a revisar mucho mejor sus terminales antes de ser lanzados al mercado, sin tomarse todo a la rápida para relucir entre la competencia, como hemos visto, esto no suele terminar en buenas y puede llegar a ser un completo fail. A pesar de este contratiempo Samsung mantiene su línea de innovación y como recalcamos anteriormente, se espera que desvele su próximo terminal estrella el próximo año en el Mobile World Congress.
Escrito por Sergio Ramos y Stiven Cartagena
Relacionados