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Stiven Cartagena

5 abril, 2018

Estudio científico muestra los efectos físicos que tiene dejar Facebook

Según el estudio llevado a cabo en la Universidad de queensland y la Universidad Católica de Australia, usar las redes sociales puede tener síntomas físicos, y los investigadores descubrieron cuáles son estos efectos en caso de dejar Facebook.

El uso de las redes sociales puede incluir grandes beneficios, por ejemplo recuperar la relación con personas que dejamos de ver, o con aquellos compañeros que hemos perdido el contacto, incluso acercándonos a familiares que viven en otras ciudades o países. Sin embargo, también tienen su lado negativo: existen usuarios que se vuelven adictos a las redes sociales, teniendo una obsesión con ellas, llegando al punto de no soportar estar desconectados.

El objetivo de la investigación era revisar si dejar las redes sociales conlleva a un síntoma físico, los investigadores australianos contaron con la participación de 183 voluntarios, usuarios activos de Facebook. Los participantes se dividieron en dos grupos: uno dejando de utilizar la red social durante cinco días, mientras que el otro continuó haciendo el uso habitual. No obstante, antes de comenzar el experimentos, los científicos tomaron muestras de saliva de los participantes y realizaron pruebas de estrés.

Los resultados del estudio mostraron que los niveles de cortisol -hormona clave relacionada con el estrés- se redujeron en las personas que suspendieron su actividad en Facebook. Sin embargo, a pesar de lo anterior en las pruebas de estrés percibido no indicaron que se sintieran más tranquilos, por lo que los científicos notaron un cambio biológico al dejar las redes sociales.

La investigación deja ver que los usuarios de Facebook que no utilizaron por cinco días esta red social se sentían insatisfechos y tenían ganas de reanudar su actividad habitual. «La desconexión social de estar fuera de Facebook podría estar conduciendo a los niveles más bajos de bienestar reportadores», asegura Eric Vanman, psicólogo de la Universidad de Queensland.


Science Alert

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