Consejos de seguridad que te ayudarán a proteger tus datos en internet

Esta semana se celebró el Día internacional de la protección de datos, un tema que cada día se vuelve más importante debido a la cotidianidad de internet, pues es allí donde están expuestos los datos de todas las personas que navegan día a día por los diversos sitios web y redes sociales.

En varias ocasiones hemos hablado sobre la importancia de encubrir los datos personales que compartimos en internet, pues se pueden convertir en mercancía para grandes empresas, como Facebook o Google, y como carnada para ciberdelincuentes.

Los datos personales abarcan toda aquella información sobre una persona. Desde el número de teléfono hasta el documento o identidad, pasando por los datos bancarios o hábitos de navegación, lista de compras del mes o viajes programados.

Como sea, hay una fila casi infinita de datos que las personas aceptan ofrecer, bien sea porque rellenan un formulario o porque aceptan los términos y condiciones de cualquier servicio que sea utilizado, incluso están las apps que acceden a esa información sin un consentimiento previo, mientras que otras sí requieren de un aviso previo para manipular los datos.

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Internet es la principal vía de difusión de información. Esto no representa del todo un peligro, pues gracias a esta herramienta podemos encontrar cualquier información en cuestión de segundos. La cuestión radica en que grandes compañías, como Google, saben mucho más de nosotros de lo que creemos.

Tanto Google como Facebook han ido agregando controles de privacidad para saber qué tienen recopilado de las personas que utilizan sus servicios, editar esa información, exportarla o eliminarla puede ser una buena opción si se quiere mantener un control sobre esa manipulación de datos. Para el caso de Google, basta con ir al Panel de Control. En Facebook es todavía más fácil, simplemente ir a Configuración e información personal.

Existen aquellas personas que son más “temerarias” de las posibilidades de internet, optando por navegar de manera anónima. Lo anterior permitiría realizar cualquier búsqueda, ingresar a cualquier página, sin el temor de ser espiado o perseguido por las grandes compañías. Existen aplicaciones como servidores VPN o el navegador Tor, quienes funcionan perfectamente para dicho cometido.

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Sin embargo, no muchas veces basta con navegar anónimamente para estar a salvo de las amenazas que abundan en internet. Es por ello que cuando vas a realizar transacciones en redes Wi-FI públicas, lo mejor es revisar si la página cuenta con la certificación HTTPS, algo que indica que ese sitio es realmente seguro.

El phising o la suplantación de identidad es el modelo más utilizado por los ciberdelincuentes. Básicamente consiste en que personas malintencionadas se hacen pasar por un banco o un proveedor de servicios, quienes buscan obtener datos personales a través de correos, llamadas, mensajes de texto o páginas web falsas. Por eso hay que estar muy alerta con la información que se recibe a través de estos medios, siempre verificando con el proveedor oficial si la información dada es realmente fiable.

Las contraseñas juegan un papel importante a la hora de navegar en internet. Y es que muchas veces se suele utilizar una misma contraseña para acceder a diferentes servicios, siendo el primer y más grave error, pues esto puede ser aprovechado por los ciberdelincuentes, quienes se lograrían hacer con una única contraseña para acceder a varios servicios de la víctima. Lo ideal en estos casos es crear contraseñas seguras y no repetirlas. También existen aplicaciones que funcionan con autenticación de dos factores, que además de la contraseña, también solicitan otro código para acceder. Si esta función está disponible, entonces es indispensable activarla.

Actualmente los teléfonos permiten configurar los permisos de cada aplicación a través de los ajustes. De esta manera, se puede limitar el acceso a los mensajes, contactos, llamadas, cámara y demás. Sin duda, sería ideal tomarse el tiempo de ver cada aplicación y consultar los permisos que cada una necesita para funcionar.