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Stiven Cartagena

1 julio, 2019

Japón retoma la caza de ballenas con fines comerciales después de 30 años de prohibición

Japón retomó este lunes de manera oficial la caza comercial de ballenas, tras decidir abandonar la Comisión Ballenera Internacional (CBI) el pasado mes de diciembre y saltarse la moratoria que aplicó durante casi 33 años.

A pesar de la moratoria, el país asiático ha sostenido la caza de ballenas, aunque siempre afirmaban que lo hacían con fines científicos. No obstante, la carne de la mayoría de los animales capturados terminaba siendo comercializaba para su consumo. Cabe resaltar que la moratoria sirvió para mantener bajo control a los cazadores, propiciando grandes hechos, como la recuperación de algunas especies en vía de extinción, especialmente las ballenas jorobadas.

La caza será regulada

Ante el miedo de tener una nueva caza descontrolada que termine con la desaparición de muchas especies, la Agencia Pesquera de Japón anunció que desde hoy y hasta finales de año se cazará un número determinado de ballenas: 52 de la especie Minke, 150 de rorcual Bryde y 25 de rorcual común. También hacen énfasis en que aproximadamente la población de cada una de las especies es de 20.513 ejemplares para las Minke, 34.473 para el rorcual Bryde y 34.718 para el común, con lo cual solo supondría un porcentaje muy bajo del total.

Cabe resaltar que estos serían los animales que podrán ser cazados con fines comerciales, pues el país seguirá con otras capturas por motivos científicos, suponiendo que estas últimas cifras no se conocen por el momento.

Japón, en la mira de la Comisión Ballenera Internacional

La CBI nació tras la firma del Convenio Internacional para la Regulación de la Caza de las Ballenas, que se realizó el 2 de diciembre de 1946.

Con el acuerdo se establecieron varias medidas que los países vinculados deben cumplir, con el fin de conservar las especies de ballenas que habitan en océanos de todo el mundo. Además, desde el mismo fondo se financiar actividades destinadas a la protección de estos animales.

Sin embargo, desde el nacimiento del convenio, muchos países han decidido abandonarlo. Japón es uno de ellos, que optó por salirse del grupo al no lograr que las medidas establecidas respondieran a sus intereses económicos. Por otro lado, Canadá, quien también abandonó el listado, pero en su caso por disconformidad en los métodos establecidos para definir la moratoria y falta de interés en la industria ballenera.

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