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Stiven Cartagena

28 mayo, 2019

Estudiantes fueron utilizados en secreto para entrenar tecnología de reconocimiento facial

Durante los últimos meses se ha abierto un debate en Estados Unidos sobre el uso del reconocimiento facial en espacios públicos y privados y hasta qué punto es debidamente propio que se utilice con ciudadanos anónimos. Un ejemplo de esto es la inclusión de esta tecnología en varios aeropuertos de dicho país, cuyo objetivo es detectar a aquellas personas que sobrepasen el límite de estadía.

Sin embargo, una nueva polémica surgió al revelarse que en 2012 tuvo lugar un proyecto de reconocimiento facial en donde se utilizaron sin permiso los rostros de 1.700 estudiantes de la Universidad de Colorado.

Con fondos del Ejército de los Estados Unidos y los servicios de inteligencia, el proyecto de investigación recolectó 1.700 fotografías de estudiantes y trabajadores de la universidad y las fusionaron con las imágenes que captaba una cámara instalada en el exterior, todo con el objetivo de entrenar al sistema para que aprendiese a identificar a las personas.

El experimento dio como resultado que los investigadores perfeccionaran los algoritmos adecuados para mejorar el sistema. El nombre utilizado para el proyecto fue «Unconstrained College Students».

Ninguna de las personas utilizadas en las imágenes sabían que estaban siendo partícipes de este proyecto. Según el investigador a cargo, el Dr. Terrence Boult, la recolección de imágenes personales en espacios públicos no es ilegal y en la universidad tenían constancia de su labor. Además, la universidad emitió un comunicado donde afirma que «las fotografías se recopilaron en áreas públicas» y fueron puestas a disposición de los investigadores tiempo después.

Los investigadores sostienen sus ideas afirmando que esta clase de proyectos pueden ayudar a la policía y el ejército en su trabajo, reduciendo las situaciones peligrosas. No obstante, existen muchos expertos que están en contra del estudio, pues afirman que muchas de las personas utilizadas (estudiantes en este caso) pueden no estar de acuerdo con que utilicen su imagen para un proyecto con objetivo militar.

Esta es una muestra más del gran debate que vive hoy día Estados Unidos con todas las tecnologías revolucionarias entre el gobierno, servicios de inteligencia y grandes empresas. No obstante, aún quedan muchas preguntas sin resolver.

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